Corrección bioacústica

La corrección bioacústica, a veces conocida como "sanación sonora" o "terapia bioacústica", es un tratamiento alternativo que utiliza frecuencias sonoras para supuestamente mejorar diversas condiciones de salud, incluido el autismo. Los defensores afirman que frecuencias sonoras específicas pueden influir positivamente en el cerebro y el cuerpo, mejorando el comportamiento, la comunicación y el procesamiento sensorial en niños con autismo. Sin embargo, actualmente no existe evidencia científica sólida que respalde la corrección bioacústica como un tratamiento efectivo para el autismo. Hay muy pocos estudios, si es que hay alguno, que proporcionen datos confiables sobre la eficacia de la corrección bioacústica para el autismo. La mayoría de las afirmaciones sobre su efectividad son anecdóticas, provenientes de testimonios más que de ensayos clínicos. La idea de que las frecuencias sonoras pueden "corregir" problemas neurológicos en el autismo no está respaldada por nuestra comprensión actual de la neurobiología o la ciencia cognitiva. El autismo es un trastorno del desarrollo complejo con componentes genéticos, ambientales y neurológicos, y es poco probable que las frecuencias sonoras por sí solas produzcan cambios significativos en la función cerebral. Los programas de corrección bioacústica pueden ser costosos y requieren sesiones continuas, a veces durante períodos prolongados. Dada la falta de evidencia sobre su efectividad, esto puede generar una carga financiera y emocional significativa para las familias que ya enfrentan los desafíos del autismo. Puede considerarse una estafa.