Evaluación de la salud mental

La salud mental tiene un valor intrínseco e instrumental, ya que ayuda a las personas a relacionarse (por ejemplo, establecer relaciones positivas, sentir pertenencia), a desenvolverse (por ejemplo, aplicar habilidades cognitivas, aprender nuevas competencias), a afrontar dificultades (por ejemplo, manejar el estrés, comprender y gestionar las emociones) y a prosperar (por ejemplo, sentirse bien, encontrar un propósito en la vida). La evaluación de la salud mental (incluyendo un cribado inicial para determinar la necesidad de una evaluación más completa) se realiza mediante entrevistas y cuestionarios estandarizados de autoinforme para identificar la presencia y/o gravedad de problemas psicosociales, evaluar su impacto en el funcionamiento y orientar la planificación del cuidado, incluida la necesidad de derivación o seguimiento.